10/28/2008

_ LA IGLESIA DESEA COMPARTIR LA RIQUEZA DE SU DOCTRINA SOCIAL PARA BENEFICIO DEL MUNDO ENTERO_


Al recibir a la Embajadora de Filipinas ante la Santa Sede, Cristina Castañer-Ponce Enrile, el Papa Benedicto XVI destacó que la Iglesia desea compartir la riqueza de su Doctrina social para beneficio del mundo entero.
En el discurso que pronunció al recibir las cartas credenciales de la nueva embajadora, el Santo Padre destacó que "la Santa Sede busca comprometer al mundo en un diálogo que promueva los valores universales que emergen de la dignidad humana y que le permitan avanzar a la humanidad en el camino de comunión con Dios y los hermanos". Por ello, explicó, "la Iglesia Católica está dispuesta a compartir la riqueza del mensaje social del Evangelio, para lo que anima los corazones con una esperanza para el cumplimiento de la justicia y el amor que hace que todos los hombres y mujeres sean verdaderamente hermanos y hermanas en Cristo Jesús".
Tras comentar que "Ella cumple esta misión con plena conciencia de la respectiva autonomía y competencia de la Iglesia y el Estado", Benedicto XVI precisó que "podríamos decir que la distinción entre la religión y la política es un logro específico de la Cristiandad y una de sus contribuciones fundamentales y culturales. La Iglesia está también convencida de que el Estado y la religión están llamados a apoyarse el uno al otro ya que ambos sirven juntos al bienestar personal y social de todos".
Seguidamente señaló que "esta armoniosa cooperación entre la Iglesia y el Estado requiere líderes eclesiales y civiles que cumplan sus deberes públicos con incansable preocupación por el bien común. Cultivando un espíritu de honestidad e imparcialidad, y manteniendo a la justicia como una meta, los líderes civiles y eclesiales se ganan la confianza de las personas y generan un sentimiento de responsabilidad compartida en todos los ciudadanos para promover una civilización del amor".
Por esa razón, continuó el Papa, "todo debe estar motivado por el deseo de servir antes que obtener beneficios personales o privilegiar a unos pocos. Todos comparten la tarea de fortalecer las instituciones públicas de modo que se salvaguarden de la corrupción, del activismo y el elitismo. Al respecto, es alentador ver muchas iniciativas tomadas en distintos niveles en la sociedad filipina para proteger al débil, especialmente al no nacido, los enfermos y los ancianos".
El Pontífice se refirió después a la reunión del Foro Mundial sobre la Migración y el Desarrollo celebrada recientemente en Manila, y observó que las iniciativas de ese tipo son siempre fructuosas "cuando consideran la inmigración un recurso para el desarrollo y no un obstáculo. La política nacional e internacional encaminada a la regulación de la inmigración debe basarse en criterios de equidad y equilibrio. Hay que prestar también una atención particular a la reunificación de las familias, favoreciendo al mismo tiempo las iniciativas que promuevan oportunidades de trabajo en los lugares de origen".
El Papa también destacó la aprobación en Filipinas de una reforma agraria general "con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de los más pobres", ya que medidas como estas "benefician a la sociedad, inculcando el sentido de la responsabilidad común y estimulando la iniciativa individual, y hacen posible que una nación se autoabastezca y amplíe además su participación en los mercados internacionales". El Papa auspició que las medidas aprobadas lleven a "la justa distribución de la riqueza y al desarrollo sostenible de recursos naturales" para que los agricultores filipinos ganen lo necesario para mantener a sus familias". Finalmente el Santo Padre dijo que "a la luz del Evangelio, la Iglesia Católica ha estado siempre convencida de que la mejora de las condiciones humanas no se limita a la dimensión puramente económica o tecnológica, sino que implica el acceso a la cultura, el respeto de la vida y la dignidad de otros, y el reconocimiento del bien más alto: Dios, el autor y el final de esas bendiciones".

10/22/2008

_ ARDE! ARDE PARA DIOS!

Como argentinos, no podemos sorprendernos, nuestra Catedral Metropolitana fue víctima de las "feministas", hace un año, con las mismas pintadas. A lo que respondemos, como católicos, que sí, estamos de acuerdo, la única Iglesia que ilumina es la que arde de amor a la Verdad de Cristo, la que arde con el fuego del Espíritu Santo que nos convierte en verdaderas llamas de testimonio cristiano.
Queda en nosotros, NO TENER MIEDO DE ARDER, y luchar día a día para que estas almas sean iluminadas por el fuego de nuestro testimonio.

_Feministas españolas invitan a quemar iglesias católicas_

VALENCIA, 21 Oct. 08 / 08:07 am (ACI).- Durante las manifestaciones en contra y a favor de la presencia del barco abortista de la organización holandesa "Women on Waves" en Valencia (España), las organizaciones feministas hicieron una invitación abierta a quemar templos católicos, distribuyendo cerillos entre sus seguidores.

La presencia del "barco de la muerte" en Valencia la semana pasada suscitó una de las más importantes manifestaciones a favor de la vida en la ciudad. La presencia del barco, que recoge mujeres y las lleva a aguas internacionales para realizar abortos químicos según las liberales leyes holandesas, estuvo acompañada a diario por manifestaciones a favor de la vida.

El sábado 18 de octubre, un grupo de 40 feministas se reunió para contrarrestar la manifestación pro-vida, cuatro veces más numerosa. Durante la protesta en la Estación del Norte, las feministas distribuyeron cajas de cerillos (fósforos) con la imagen de una iglesia ardiendo en el anverso y el siguiente texto en el reverso: "la única iglesia que ilumina es la que arde ¡contribuya!"

El domingo 19 las feministas comenzaron a repartir las mismas cajas, pero decidieron retirarse ante la masiva manifestación a favor de la vida frente al muelle donde se encuentra acoderado el barco.

10/08/2008

_ MASONERIA, MADRE DE LA APOSTASÍA MODERNA _

DECLARACIÓN DEL EPISCOPADO ARGENTINO

SOBRE LA MASONERÍA .

«El Episcopado Argentino en su Reunión Plenaria, ante las diversas manifestaciones hechas en la prensa por la masonería, se siente en la obligación de hacer una pública declaración en cumplimiento de la recomendación de S.S. León XIII: “Lo primero que procuraréis hacer será arrancar a los masones sus máscaras para que sean conocidos tales cuales son” (Encíclica “Humanum Genus”). Los Papas, pilotos supremos e infalibles de la civilización, comprendieron el peligro que amenazaba al mundo a través de las sectas y lo señalaron desde la primera hora declarando palmariamente la conjuración satánica que se cernía sobre la humanidad. Desde Clemente XII, en su Encíclica “In Emminenti” de 1738, hasta nuestros días, reiteradamente los soberanos Pontífices han condenado las sectas masónicas, y el Código de Derecho Canónico señala: “Los que dan su nombre a la secta masónica o a otras asociaciones del mismo género incurren en excomunión” (Canon 2335).El 24 de julio de 1958 (en la Octava Semana de Formación Pastoral), S.S. Pío XII señaló como “raíces de la apostasía moderna, el ateísmo científico, el materialismo dialéctico, el racionalismo, el laicismo, y la masonería, madre común de todas ellas ”.


Doctrina y fines de la masonería


El inmortal Pontífice León XIII, en la carta Encíclica “Humanum Genus” –condenatoria de la masonería- al afirmar que “junto al reino de Dios en la tierra, que es la verdadera Iglesia de Cristo, existe otro reino, el de Satán, bajo cuyo imperio se encuentran todos los que rehusan obedecer a la ley divina y eterna y acometen empresas contra Dios, o prescinden de El”, nos advierte que “en nuestros días todos los que favorecen al segundo de estos bandos parecen conspirar de común acuerdo y pelear con la mayor vehemencia, siéndoles guía y auxilio la sociedad que llaman de los masones. Audazmente se animan –continúa el Papa- contra la Majestad de Dios y maquinan abiertamente y en público la ruina de la Santa iglesia, y esto con el propósito de despojar enteramente a los pueblos cristianos de los beneficios que les granjeó Jesucristo Nuestro Salvador”. Más adelante dice León XIII: “Entre los puntos de doctrina en que parece haber influído en gran manera la perversidad de los errores masónicos se hallan las enormidades sostenidas por los socialistas y comunistas y los ataques contra la verdadera y genuina noción de la familia cristiana, la cual tiene su origen en el matrimonio uno e indisoluble; y contra la educación cristiana de la juventud y la forma de la potestad política modelada según los principios de la sabiduría cristiana. Por eso, a ejemplo de nuestros Predecesores, hemos resuelto declararnos de frente contra la sociedad masónica, contra el sistema de su doctrina y sus intentos y manera de sentir y obrar, para más y más poner en claro su fuerza maléfica e impedir así el contagio de su funesta peste. Hay varias sectas –anota el Papa- que si bien diferentes en nombre, forma y origen, se hallan sin embargo unidas entre sí por cierta comunión de propósitos y afinidad entre sus opiniones capitales, concordando de hecho con la secta masónica: especie de centro de donde todas ellas salen y adonde todas vuelven”. “Su último y principal intento no es otro que el de destruir hasta los fundamentos todo el orden religioso y civil establecido por el cristianismo; levantando, a su manera, otro nuevo fundamento y leyes sacadas de las entrañas del Naturalismo , el cual sostiene que la naturaleza y la razón humana ha de ser en todo maestra y soberana absoluta”. Luego, el Papa enumera algunos intentos masónicos por los cuales los sectarios “niegan toda divina revelación, atacan con saña a la Iglesia Católica, cuyo deber propio es guardar y defender en incorrupta pureza el depósito de las doctrinas reveladas por Dios; propugnan la separación de la iglesia y el Estado, fomentan el indiferentismo religioso, sostiene la igualdad de todos los cultos, privan a la Iglesia de su libertad, propician la educación laica obligatoria, con exclusión de toda idea religiosa, el matrimonio civil, el divorcio absoluto y el ateísmo de estado” (Encíclica “Humanum Genus”).


Medios recomendados en la actualidad por la masonería



En 1958, en la cuarta conferencia Interamericana de la Masonería, realizada en Santiago de Chile, se manifestó que, “La Orden presta ayuda a sus adeptos para que puedan alcanzar altas jerarquías en la vida pública de las naciones”; y luego se desarrolló el temario titulado: “Defensa del laicismo”. Señalóse a continuación la nueva táctica de la masonería con la que coinciden también las últimas consignas del comunismo internacional. Los masones deben procurar el laicismo en todos los órdenes y los comunistas la subversión del orden social como terreno apto para sus intentos finales. La consigna es la siguiente: “Intensificar la campaña laicista por intermedio de los diversos partidos políticos influenciados. Tratar de apaciguar la alarma de la Iglesia Católica contra la masonería evitando la acción masónica directa. Incrementar la acción conducente al quebrantamiento de la unidad de los movimientos obreros, para apresurar luego su copamiento. La masonería y el comunismo persiguen momentáneamente el mismo objeto en América latina; por lo cual debe procurarse la mayor armonía en la acción, sin que aparezca públicamente su alianza”.

Segundo Congreso Internacional por la Fraternidad Universal

Una prueba de todo esto tenemos en el “Segundo Congreso Internacional por la Fraternidad Universal”.
La masonería mundial y el comunismo se aprestan a realizar en la ciudad de Montevideo, el denominado “Segundo Congreso Internacional por la Fraternidad Universal”. Es éste un congreso masónico de inspiración comunista que aspira a hacer servir los fines masónicos de “fraternidad universal” a la expansión del comunismo soviético internacional. Se realizará este congreso en los días de la próxima Semana Santa (del 26 al 28 de marzo) y se propone aprestarse para “ luchar por la confraternidad humana y la paz del mundo ”. Dos lemas en que ocultan sus perversas intenciones la Masonería y el Comunismo.


Masonería y Comunismo



“El Marxismo y la Masonería tienen el ideal común de la felicidad terrestre. Un masón puede aceptar enteramente las concepciones filosóficas del marxismo. Ningún conflicto es posible entre los principios del marxismo y de la masonería”: lo afirma el gran Maestre de la Masonería de París.
Para lograr sus fines, la masonería se vale de la Alta Finanza, de la alta política y de la prensa mundial; el marxismo se vale de la revolución en lo social y económico contra la patria, la familia, la propiedad, la moral y la religión.
Los masones cumplen su fin con medios secretamente subversivos; los comunistas con medios abiertamente subversivos. La masonería mueve a las minorías políticas sectarias; el comunismo se apoya en una política de masas, explotando los anhelos de justicia social.


A los jóvenes



Todo argentino, pero principalmente la juventud, debe saber que Catolicismo y Masonería son términos que se contradicen y excluyen absolutamente como el Cristo y el Anticristo. Y también debe saber que el liberalismo o laicismo, en todas sus formas, constituyen la expresión ideológica propia de la masonería.
Poco importa que muchos liberales no sean masones; hay instrumentos lúcidos e instrumentos ciegos . Lo importante es que unos y otros colaboran objetivamente en la destrucción de la Iglesia de Cristo y del orden católico de la República.
Lo que mueve toda la acción de la masonería es, en última instancia, el odio a Cristo y a todo lo que lleva su nombre en las almas y en las instituciones humanas. Su objetivo final es la destrucción de lo católico y de todo lo que se fundamenta o inspira en su doctrina.
La Iglesia de Cristo ha presidido todas las funciones de la patria misma. Ella está presente –vigilante y actuante- en todos los hechos trascendentes y decisivos de nuestra historia. Católico es el origen, la raíz y la esencia del ser argentino. Quiere decir que atentar contra lo católico es conspirar contra la Patria.
Más todavía, la disminución de la fe en el pueblo argentino comporta a la vez una disminución de su patriotismo.
De ahí que la defensa de la Fe Católica y la restauración de la Patria en Cristo sea la forma más pura y plena de servir a la Patria. La impiedad masónica, por el contrario, es causa de indiferencia, desprecio y deslealtad hacia la Patria.


A los padres y madres de familia



A los padres y madres de familias cristianas, asociados por Dios a su divina paternidad, que tienen en sus hijos la prolongación de sus vidas, les exhortamos a cuidar celosamente la educación de sus hijos, que son también hijos de Dios.
Frente a las insinuaciones del mal y del engañoso y falso modo de proceder de las sectas, ejerzan la patria potestad y cumplan sus sagrados compromisos contraídos cuando presentaron sus hijos a la Iglesia para que fueran hechos hijos de Dios por el Bautismo.


A todos los argentinos



A cuantos sienten en su pecho el amor a la Patria les señalamos como enemigos de nuestras tradiciones y de nuestra futura grandeza, la masonería y el comunismo que aspiran a la destrucción de cuanto hay de noble y sagrado en nuestra tierra.


Dado en “Villa San Ignacio”, San Miguel, a veinte días del mes de febrero y año del Señor de mil novecientos cincuenta y nueve. Antonio Cardenal Caggiano, Obispo de Rosario y Presidente de la Asamblea Plenaria del Episcopado Argentino ; Fermín E. Lafitte, Administrador Apostólico de Buenos Aires S.P. ; Nicolás Fasolino, Arzobispo de Santa Fe ; Zenobio L. Guilland, Arzobispo de Paraná ; Roberto J. Tabella, Arzobispo de Salta ; Audino Rodriguez y Olmo, Arzobispo de San Juan ; Antonio J. Plaza, Arzobispo de La Plata ; Germiniano Esorto, Arzobispo de Bahía Blanca ; Juan Carlos Aramburu, Arzobispo de Tucumán ; Ramón J. Castellano, Arzobispo de Córdoba ; Leopoldo Buteler, Obispo de Río Cuarto ; Carlos F. Hanlon, Obispo de Catamarca ; Froilán Ferreyra Reynafé, Obispo de La Rioja ; Francisco Vicentin, Obispo de Corrientes ; Enrique Muhn, Obispo de Jujuy ; Anunciado Serafini, Obispo de Mercedes ; José Weimann, Obispo de Santiago del Estero ; Alfonso Buteler, Obispo de Mendoza ; Emilio Di Pasquo, Obispo de San Luis ; Silvino Martínez, Obispo de San Nicolás de los Arroyos ; Manuel Marengo, Obispo de Azul ; Enrique Rau, Obispo de Mar del Plata ; José Borgatti , Obispo de Viedma ; Agustín A. Herrera, Obispo de Nueve de Julio ; Miguel Raspanti, Obispo de Morón ; Carlos M. Pérez, Obispo de Comodoro Rivadavia ; Jorge Kemerer, Obispo de Posadas ; Jorge Chalup, Obispo de Gualeguaychú ; Jorge Mayer, Obispo de Santa Rosa ; Antonio M. Aguirre, Obispo de San Isidro ; Alberto Deane, Obispo de Villa María ; Pacífico Scozzina, Obispo de Formosa ; José Marozzi, Obispo de Resistencia ; Juan José Iriarte, Obispo de Reconquista ; Alejandro Schell, Obispo Coadjutor de Lomas de Zamora.

10/06/2008

_ LA VOZ DEL PAPA _


El Papa advierte sobre el daño que

"cristianos incoherentes" producen en la Iglesia.


Durante la Misa solemne presidida este domingo en la Basílica de San Pablo Extramuros para inaugurar el Sínodo sobre la Sagrada Escritura, el Papa Benedicto XVI lanzó una grave advertencia sobre el daño que producen a la Iglesia los cristianos incoherentes, que podría llevar al fin de las actuales regiones de tradición cristiana.
El Pontífice evocó durante su homilía las lecturas litúrgicas de este domingo -del profeta Isaías y la del Evangelio de Mateo- centradas en la imagen de la viña, y la describió como “una conmovedora alegoría de la alianza de Dios con su pueblo, en la que sin embargo el Señor recibe una respuesta indigna. No la simple desobediencia a un precepto divino, sino un verdadero rechazo de Dios”.
“Esta denuncia de la página evangélica interpela nuestra forma de pensar y de actuar. En particular, a los pueblos que han recibido el anuncio del Evangelio. La historia nos muestra, no pocas veces, la frialdad y la rebelión de cristianos incoherentes”, agregó.
Benedicto XVI recordó luego “aquellas primeras comunidades cristianas que parecían florecientes y que sin embargo desaparecieron, de las que queda un recuerdo sólo en los libros de historia”. “¿No podría pasar lo mismo también en nuestra época? Naciones un tiempo ricas de fe y de vocaciones ahora van perdiendo su propia identidad, bajo la influencia deletérea y destructiva de cierta cultura moderna”.


“Hay quien, habiendo decidido que ‘Dios ha muerto’, se declara él mismo ‘dios’,

-prosiguió- considerándose como único artífice de su propio destino, propietario absoluto del mundo. Desembarazándose de Dios y no esperando de él la salvación, el hombre cree que puede hacer lo que le plazca y que puede presentarse como única medida de sí mismo y de su propia conducta”.
El Santo Padre, sin embargo, interpeló: “Cuando el hombre elimina a Dios de su propio horizonte ¿es verdaderamente más feliz y más libre?”, “Cuando los hombres se proclaman propietarios absolutos de sí mismos y únicos dueños de la creación ¿pueden verdaderamente construir una sociedad donde reinen la libertad, la justicia y la paz? ¿No sucede, más bien - como demuestra ampliamente la actualidad cotidiana – que se extiendan el arbitrio del poder, los intereses egoístas, la injusticia y la explotación, la violencia en todas sus expresiones? En fin de cuentas, lo que sucede es que el hombre se encuentra más solo y la sociedad más dividida y confundida”.
En la emotiva homilía, que cargó la Basílica de San Pablo Extramuros de un reverente silencio, el Pontífice recordó sin embargo la promesa que hay en las palabras de Jesús, de que “la viña no será destruida”, sino que el dueño la encomendará a otros servidores fieles.
“Ello indica –explicó-que, si en algunas regiones la fe se debilita hasta extinguirse, habrá siempre otros pueblos listos para acogerla”.
“La viña seguirá, pues, produciendo uva y el dueño la arrendará a otros labradores, que le paguen los frutos a su tiempo”, agregó
Asociando el tema de la viña con la muerte y la resurrección del Señor Jesús, el Santo Padre destacó que “el consolador mensaje que recibimos de esos textos bíblicos es la certeza de que el mal y la muerte no tienen la última palabra, sino que el que vence al final es Cristo ¡Siempre! La Iglesia no se cansa de proclamar esta Buena Nueva, como ocurre también hoy, en esta Basílica dedicada al Apóstol de las gentes, el primero que difundió el Evangelio en vastas regiones de Asia menor y de Europa”.
“Renovaremos, de forma significativa, este anuncio durante la XII Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos que tiene como tema: ‘La Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia’”, agregó el Papa.
Al respecto, el Pontífice explicó “cuando Dios habla, solicita siempre una respuesta ya que su acción de salvación requiere la cooperación humana, pues su amor espera ser correspondido”; y destacó que “sólo la Palabra de Dios puede cambiar profundamente el corazón del hombre, por lo que es importante que los creyentes y las comunidades entren en una intimidad cada vez mayor con ella”.
“Todos percibimos cuán necesario es poner en el centro de nuestra vida la Palabra de Dios, acoger a Cristo como único Redentor nuestro, como Reino de Dios en persona, para hacer que su luz ilumine cada ámbito de la humanidad: de la familia a la escuela, a la cultura, al trabajo, al tiempo libre y otros sectores de la sociedad y de nuestra vida”.
“Participando en la Celebración eucarística, percibimos siempre los estrechos lazos que existen entre el anuncio de la Palabra de Dios y el Sacrificio eucarístico: es el mismo Misterio que se ofrece a nuestra contemplación”, concluyó.

10/02/2008

_ LA IGLESIA NO HACE POLITICA, PERO LA ILUMINA _


El Presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, Cardenal Renato Martino, señaló que la Iglesia no hace política pero tiene la Doctrina Social que la ilumina, e indicó que "no se puede entender la comunidad política si no se entiende el amor de Dios por los hombres".

Durante la conferencia "El Desafío de la equidad en un mundo globalizado. Aportes desde la Doctrina Social de la Iglesia", el Purpurado recordó la figura del Papa Pablo VI, quien enseñó que "la política es para los cristianos una forma exigente de la caridad".

"Esta afirmación me parece de suma importancia, puesto que se ha difundido –y pienso que no me equivoco si digo que en todos los países–, entre la opinión pública, una actitud de antipolítica y, entre muchos observadores, la percepción convencida de la profunda crisis que la sacude, fruto de una compleja serie de factores", señaló.

En ese sentido, el Purpurado indicó que la Iglesia "no puede desinteresarse de esta crisis". Señaló que "la Iglesia no hace política, pero posee una doctrina iluminadora sobre la política, capaz de desatar algunos de los intricados nudos que le impiden ejercer su auténtica función", de velar por el bien común.

Durante su discurso, el Cardenal Martino recordó a los fieles que están llamados a dar a la política "un estatuto auténticamente humano, liberándola constantemente de ilusiones mesiánicas y recuperando su rol fundamental, rescatándola de las desilusiones que la circundan y acechan".

La autoridad vaticana señaló que "difundir la doctrina social es verdaderamente una de las grandes prioridades pastorales de nuestras Iglesias, llamadas a evangelizar también la política, a iluminar con la luz del Evangelio todo aquello que, de una manera u otra, tiene que ver con la política".

El Cardenal explicó que en "palabras simples", esta doctrina enseña que la política debe tener "a la persona humana siempre al centro", en respeto de "sus derechos fundamentales, sobre todo del derecho a la vida".

"Una política inspirada por un humanismo integral y solidario", señaló, protege la familia fundada "sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer", y promueve los valore de verdad, justicia, libertad y caridad; en busca del bien común.

El Cardenal Martino exhortó a promover una política que no mande al exilio a Dios, porque una sociedad que prescinde del Padre, "corre el peligro de volverse una sociedad contra el hombre".

Más información sobre la visita del Cardenal Martino a Chile, en www.iglesia.cl